Análisis Fotografía

 


Esta imagen fue realizada por la fotógrafa holandesa Rineke Dijkstra en el año 1992 en Kolobrzeg, Polonia. Es parte de una serie fotográfica llamada Beach portraits (1992-2002) en la cual fotografió una serie de cuerpos adolescentes o entrando en la adolescencia en distintas playas de Estados Unidos, Ucrania, Polonia y Croacia; esto toma importancia en relación a la serie: al ver cómo cada sujeto se enfrenta a la cámara se puede evidenciar el tratamiento cultural de los cuerpos en cada país. Esta serie fue con la que la fotógrafa tomó más reconocimiento y fue la que marcó el estilo con el que iba a trabajar todas sus series fotográficas posteriores.  

En la imagen se puede ver a una niña que estará en sus 13/14 años posando naturalmente frente a la cámara con la playa de fondo. La decisión de realizar esta fotografía cobra sentido en cuanto es parte de una serie fotográfica, ver como diferentes cuerpos de distintos lugares, es decir, de culturas distintas y de diferentes edades (aunque dentro de la adolescencia) se enfrentan a posar frente a una cámara, al encontrarse con ellxs mismxs y con la mirada de un otrx; la fotógrafa quiso representar la incomodidad de los cuerpos, la presión social que hay para con ellos. En el caso puntual de esta imagen, a la niña no se la percibe del todo incómoda con el hecho de estar frente a la cámara en sí; si se puede ver que por la pose hay algo todavía de inocencia y niñez que pareciera que no se encontró con su cuerpo. Hay otros cuerpos de la serie que se los ve visiblemente incómodos con la exposición. Esto también tiene que ver con el lugar donde fue sacada la foto: la fotógrafa comparó Polonia con los Estados Unidos y expresó que allí los medios masivos de comunicación que predominaban en Estados Unidos, no lo hacían en Polonia, y era un país que no le daba mucha importancia a la forma de vestirse. De esta manera, la información impacta en los cuerpos de distinta manera y no, por lo menos durante esta época y según Dijkstra, había estándares iguales. Esto último no quiere decir que en Polonia no existían estándares de belleza solo que al ser culturalmente diferente no tiene el mismo impacto. Así se evidencian los distintos contextos sociales de cada lugar. 

Para realizar esta imagen Dijkstra utilizó una cámara japonesa de gran formato de 4x5 pulgadas; esta cámara es la que suele utilizar para hacer todas sus series fotográficas y expresó en algunas entrevistas que mientras consiga la película la seguirá utilizando. Por lo que se ve en la imagen se puede suponer que la distancia focal esta entre 35mm y 50mm, con esta distancia se puede articular una relación figura/fondo equilibrada donde el sujeto, que en esta foto es lo central, no se pierda en el fondo, y a su vez, el fondo no desaparece por completo sino que funciona como un telón o recorte de la figura, de la que necesariamente debe verse su cuerpo entero. Por su lado, el diafragma se podría decir que esta entre un f/8-f/5,6, ya que el fondo (el mar) no es algo que está completamente borroso, tiene una profundidad de campo tal que él que mira la fotografía entiende sin problema que es una playa pero su mirada no se va hacia ahí sino hacia el sujeto. En tanto la velocidad de obturación, al estar la cámara sobre un trípode y al ser una pose fija sin movimiento del sujeto, no existe un gran problema con la velocidad, se la habrá ajustado para mantener la exposición justa. En cuanto a la iluminación, se evidencia un uso de luz artificial sumada a la luz natural al momento de sacar la foto; se puede notar porque hay una luz más fuerte que le da a la chica a comparación a la que se aprecia del cielo. Se logra percibir, también, en cómo queda iluminada la arena del sector de los pies que no es igual a lo que esta atrás de ella. La luz artificial pareciera venir detrás de cámara y estar colocada no muy lejos de ella ni del sujeto. La figura queda muy iluminada, eliminando el contraste que se puede generar, lo que otorga el sentido que se le quiere dar a la imagen y a la serie: minimizar la información que se podría obtener del contexto y que se genere una relación, una identificación con el cuerpo que se esta retratando. Por la cámara que utiliza, el proceso de sacar la fotografía se asemeja al de las formas antiguas entonces lleva tiempo y es muy minucioso; a la hora de llevar a cabo la fotografía se puede presumir que estudió detalladamente la luz y el espacio en el que va a sacar la foto. De manera que, para sacar esta imagen debió haber probado previamente dónde la chica expresaba adecuadamente el sentido, cómo interactúan la luz artificial que llevaba con la luz natural del lugar, si era mejor más o menos profundidad de campo, etc. Al ser este el posible procedimiento, se genera algo muy íntimo con la persona a la que va a retratar y eso termina reflejándose en la imagen, la persona que la ve se puede reconocer en esta niña de 13 años que esta todavía encontrándose como mujer. Desde el punto de vista aquí expresado, la imagen funciona muy bien, se la ve bien expuesta, con el foco donde debe estar, genera unos colores muy lindos dadas las luces en contraste con lo que queda más oscuro, entre otras cosas; técnicamente todo juega a favor del sentido que tiene tanto la imagen como la serie. 

Rineke Dijkstra comentó en algunas entrevistas que no se considera una fotógrafa documental, le gusta controlar todos los elementos que intervienen en una imagen y esto se refleja en esta fotografía. Al ser parte de una serie es difícil separarla de ella porque dentro de la serie es donde obtiene el sentido y la connotación, donde termina de cobrar vida. Se podría decir que esta imagen es como parte de un testimonio; cada cuerpo es un testimonio del conflicto de la adolescencia y la incomodidad y rareza de esa etapa. Esta foto en particular es un retrato de lo que sucedía en Polonia del 92, lo que significaba ser una niña en ese momento; se transforma aunque sea una foto completamente controlada y con puesta en escena, en un documento. Y el propósito de la imagen es atestiguar la vulnerabilidad y los cambios de la etapa de la adolescencia y preadolescencia. No tiene un fin o un uso específico en sí, tiene un sentido y un propósito: la producción de una serie, una serie que testifique lo que esos cuerpos vivenciaban. 

Como fue dicho anteriormente, esta serie es la que le dio reconocimiento a Dijkstra, y la que le dio un sello único, un estilo muy propio que luego replicó en tantas series más. Esta imagen aunque no se presente al lado del resto de las imágenes de la serie, tiene una marca personal, una marca de autor, que permite que sea identificable si uno conoce cómo trabaja la fotógrafa. La pose natural, que no utilice modelos profesionales, la sensibilidad que tiene cada trabajo, las temáticas, son elementos que hablan de quien es la autora de esta imagen. 

La imagen como se la ve es simple, es una chica posando frente a la cámara. Pero de esa simpleza, de ese foco absoluto en el cuerpo que esta presentado en la imagen es que se encuentran los detalles, desde ahí se entabla la conversación entre el retrato y el espectador. Rineke Dijkstra busca al sujeto y realiza un trabajo intimista con él, al punto de que quedan completamente expuestos y vulnerables frente a la cámara, abstrae a la gente del entorno. El largo proceso fotográfico del que se hizo mención antes, el hecho de estar cerca de la persona, es decir, que el foco esté en ella, te permite ver detalles que de otra manera no se verían y aquí es donde la imagen se ve favorecida con lo técnico; se genera una relación íntima y esto se ve permitido gracias a todos los factores que se ponen en tensión en la imagen. Es de suma importancia para que esta imagen (y la serie) funcione que él que la esta mirando pueda vincularse con ese cuerpo, con ese sujeto; y eso es lo que logra Dijkstra: que el espectador comprenda a la chica que esta posando. Es una imagen que logra tener valor en cualquier momento porque aunque los tiempos cambian y no es lo mismo ser una adolescente ahora que en el 92’, las presiones sociales y la incomodidad que genera crecer siempre estuvieron, y lo valioso que tiene esta imagen es que el minimalismo es tal y el sentido es tan fuerte que puede generar identificación tanto ahora como antes. Es una imagen que dentro de todas las imágenes estereotipadas baja un poco a la realidad. Y como se dijo antes, es una excelente imagen porque es tanto documento, testimonio y manifiesto. 

En conclusión, vale la pena resaltar un disparador que provoca la imagen. Hay algo que remite, sea intencional o no, a la Venus de milo, la forma de la pose es muy similar a la pose de esta obra griega. Curiosamente es la diosa de la fertilidad, la belleza y el amor (características culturalmente femeninas) y se la veía como el paradigma de belleza ideal. Todo esto tiene conexión con la obra de Dijkstra que busca representar las presiones sociales, los estándares de belleza y el lugar vulnerable en el que quedan esos cuerpos ante esto. La Venus representa esas cosas, tiene esa carga, y que en esta imagen se vea un parecido genera una connotación también. Todo este significado que tiene tanto la serie como la Venus se concentra solo en una imagen. La niña, la pose, hablan de cuestiones que nos siguen atravesando cómo sociedad hoy en día, y provoca una conversación solo con una cámara, luces, y una gran fotógrafa detrás de todo. 


Planta de luces:

Proceso de aprendizaje:

Entrando a la materia no tenía mucha idea de cómo me iba a resultar ya que es un mundo muy lejano para mí y no es algo de lo que me sintiera segura para abordar. Puedo decir que la cursada, terminando pasadas las 23 y todo, resulto muy amena, muy cómoda de transitar; supongo que será toda la cátedra así pero desde mi lugar puedo decir que fue todo gracias a Caro y Darío que dieron siempre las devoluciones más constructivas, de la manera más amable y respetuosa, buscando que pueda mejorar, aprender y entender de entrega a entrega. La realidad es que antes de empezar la materia me sentía muy insegura y desde la primera clase no me pasó más porque los dos dan la confianza para que una sepa qué va a poder lograr buenos trabajos. Se muchísimo más de lo que sabía cuando arranque la cursada, puedo aplicar estos conocimientos en otras materias y me siento mas segura manejando una cámara. 
Agradezco de nuevo a Caro y a Darío por la dedicación clase a clase. Es clave tener buenos profes, más durante la virtualidad y en una materia como esta.
 




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